La historia comienza en el Reino de Corea, un monarquía constitucional alternativa, donde el joven príncipe Lee Gon (Lee Min-ho) sobrevive a un golpe de Estado que cobra la vida de su padre, el rey reinante. El responsable del ataque es su tío, Lee Lim (Lee Jung-jin), quien busca apoderarse de un objeto místico conocido como la «Manpasikjeok», una flauta mágica capaz de abrir portales entre dimensiones. Sin embargo, Lee Gon logra frustrar parcialmente el plan, quedándose con la mitad de la flauta y una misteriosa tarjeta de identificación de una mujer llamada Jung Tae-eul.
Años después, Lee Gon se convierte en el emperador del Reino de Corea, un líder respetado pero marcado por la soledad y el trauma de su pasado. En su búsqueda por resolver el misterio de la flauta y la identidad detrás de la tarjeta, descubre un portal hacia un mundo paralelo: la República de Corea, una nación democrática donde su contraparte no existe. Allí, conoce a Jung Tae-eul (Kim Go-eun), una detective intrépida y de voluntad férrea que, aunque inicialmente escéptica, comienza a creer en los universos paralelos al experimentar eventos inexplicables.
Mientras Lee Gon y Tae-eul profundizan su conexión y enfrentan los desafíos de sus mundos opuestos, el peligro aumenta. Lee Lim, quien escapó al universo paralelo, ha estado conspirando en las sombras, reclutando aliados y manipulando eventos para consolidar su poder en ambos mundos. Su objetivo final es recuperar la flauta completa y dominar ambos universos, desatando el caos.
Otros personajes clave enriquecen la narrativa. Jo Yeong (Woo Do-hwan), el jefe de la guardia real del Reino de Corea y amigo leal de Lee Gon, sirve como su protector constante. Su contraparte en la República de Corea, Jo Eun-seob, aporta humor y ligereza a la historia con su personalidad alegre. Luna, la doble de Tae-eul en el Reino de Corea, agrega una capa de intriga con sus motivaciones oscuras y su conexión con los acontecimientos.
La relación entre Lee Gon y Tae-eul se convierte en el corazón de la serie, enfrentando no solo la amenaza de Lee Lim, sino también el conflicto inevitable de pertenecer a mundos diferentes. El amor entre ellos representa un desafío constante a las leyes del tiempo, el espacio y el destino.
La serie destaca por su cinematografía impresionante, que refleja la dualidad de los mundos paralelos con detalles visuales cuidadosos y escenarios contrastantes. Su narrativa combina intriga política, acción y giros inesperados, mientras explora temas universales como el sacrificio, la responsabilidad, el poder y la importancia de las elecciones que definimos.
«El Rey: Eterno Monarca» ha sido elogiada por las actuaciones de su elenco principal, en particular la química entre Lee Min-ho y Kim Go-eun, que aporta una emotividad auténtica a sus personajes. Además, la serie equilibra el desarrollo de personajes secundarios y su impacto en los eventos centrales, ofreciendo una trama rica y multifacética.