Moon So-ri es una de las actrices más respetadas del cine coreano, conocida por sus interpretaciones profundas y versátiles. Su primer papel importante fue en Peppermint Candy (1999), dirigida por Lee Chang-dong, pero fue su actuación en Oasis (2002) la que la catapultó a la fama internacional. En esta película, interpretó a una mujer con parálisis cerebral, un papel físicamente y emocionalmente demandante que le valió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Venecia.
A lo largo de su carrera, ha trabajado en películas aclamadas como A Good Lawyer’s Wife (2003), The Handmaiden (2016) y The Attorney (2013). También ha incursionado en la televisión, destacando en dramas como Life (2018) y The King’s Affection (2021). Además de actuar, Moon So-ri ha dirigido y escrito guiones, demostrando su talento multifacético en la industria del cine.
Vida personal
Moon So-ri está casada con el director Jang Joon-hwan, conocido por películas como Save the Green Planet! (2003). La pareja tiene dos hijas. Aunque mantiene un perfil bajo en los medios, ha hablado ocasionalmente sobre los desafíos de equilibrar su carrera y su vida familiar. Es conocida por su activismo en temas sociales, incluyendo los derechos de las mujeres y la justicia social.
Curiosidades
- Antes de convertirse en actriz, Moon So-ri trabajó como periodista para una revista de cine.
- Es una de las pocas actrices coreanas en ganar un premio en el Festival de Cine de Venecia.
- A pesar de su éxito en el cine, inicialmente dudaba en aceptar papeles desafiantes como el de Oasis por miedo a no hacerle justicia al personaje.
- Es amiga cercana de la también actriz Bae Doona, con quien ha colaborado en varios proyectos.
- En 2018, fue jurado en la sección oficial del Festival de Cine de Cannes.
- Además de actuar, ha participado en proyectos de doblaje, incluyendo la versión coreana de Kung Fu Panda 2.
Moon So-ri es una figura fundamental en el cine coreano, admirada por su habilidad para interpretar personajes complejos y su compromiso con el arte cinematográfico. Su legado sigue creciendo tanto en Corea como en el escenario internacional.
